Justin freno de golpe, alineándose en la acera y gracias al cinturón de seguridad no nos impactamos contra el vidrio. No tardo ni un segundo en des
brochar el cinturón y bajar para ir hacia la puerta trasera y asegurarse de que los pequeños estuvieran bien.
Yo solo me gire en el asiento para poder ver. Los ojos de Jaxon estaban abiertos a tope, y Jazzy quien parecía tranquila, de un momento a otro exploto en llanto.
— ¿Estás bien? ¿Qué te sucede? — le preguntaba Justin con desespero ante el incesante llanto de Jazzy
—Mi vestido— dijo entrecortadamente mientras volteaba hacia abajo mirando su vestido totalmente manchado de pastel. Me fue imposible no reír.
—Pequeña no llores— le dije con ternura —Se limpia— le informe.
—Pero…— alargo con un sentimiento enorme
—Mira— me baje del auto — ¿Te cambio de lugar Jaxon ?— le pregunte y este de inmediato accedió —Yo te ayudo— subí y tome un par de servilletas que traía y la ayude a sacar el pastel de su ropa.
— ¿Todos bien?— pregunto Justin ya ambos niños asintieron con la cabeza –No todos- pensé en mi interior, Mitch moriría por esto.
—Gracias. — Dije bajando del auto
—_______ (tapdo) — me llamo Jazzy
—Que pasa— le pregunte sonriente — ¿Mañana vendrás con nosotros?
—Eso no lo decido yo— le conteste mirando a Justin
—No— contesto seriamente —Mañana descanso de ella, además tengo trabajo— le explico a Jazzy quien lo miraba con cara de cachorro abandonado en plena lluvia.
—Por favor— insistió —______ (tapdo) es divertida— agrego Jaxon
—No— se negó nuevamente —Tienen colegio y tienen que hacer tarea.
—Mañana es viernes.
—Niños— los interrumpí —Obedezcan a su hermano, les prometo que luego iré a visitarlos. Bieber abre la maletera— le dije para después caminar hacia atrás del auto.
— ¿Para qué?— pregunto bajando del auto
—Deje unas cuantas bolsas ahí— abrió la cajuela y efectivamente ahí había alrededor de diez bolsas.
—No es normal tu obsesión con las compras— dijo mientras yo me sacaba una bota cambiándola por las zapatos de tacón que anteriormente traía
—Si tú tampoco eres normal— quite la otra bota, me di la vuelta y las lancé a un basurero que estaba en la acera.
— ¿Por qué las tiras?— pregunto extrañado
—Las detestaste, así que no me sirven de nada— le dije riendo. Tome todas mis bolsas —Nos vemos luego— bese su mejilla para después caminar hacia mi casa.
— ¿En dónde?— escuche la voz de mi madre cuando subía las escaleras
—Estaba en casa de...
—Está bien, yo mando a alguien para que recoja el pedido— era su celular con el que hablaba. Qué raro. —Perdón hija ¿qué decías? — tapo la bocina del celular para que no se escuchara de lo que ‘hablábamos’
—Nada, no decía nada.
‘Paso por ti mañana ¿sí?’ leí el mensaje que había llegado a mi celular
‘Eso ni lo preguntes, dalo por hecho’ lo respondí
Continúe cambiándome, estaba cansada. Más bien fastidiada. Habíamos pasado todo el día contestando esa tediosa guía, lo único que quería es dormir.
‘Muy bien, y ¿entonces? ¿Qué tal te fue?’ me deje caer en la cama con el celular en las manos y comencé a teclear.
‘Excelente, tanto que puedo asegurar que has perdido la apuesta. No te sorprendas cuando Bieber admita que esta locamente enamorado de mi’ enviado.
Deje mi celular en la mesa de noche y apague las luces. En menos de cinco minutos había caído en un profundo sueño.
— ¿Y cómo te fue a ti?— pregunte divertida
—Genial— contesto Chaz con esa perfecta sonrisa —Ya somos novios.
—Felicidades— dije sonriente, me gustaba verlo así de feliz. Y aunque la tal Caitlin, no fuera cien por ciento de mi agrado si lo hacía feliz, todo estaba bien. — ¿Después me contaras?— pregunte esperando un sí como respuesta
—Claro.
La campana que avisaba el inicio de la primera clase hiso que entráramos al salón.
Me senté en mi lugar de siempre, abrí mi bolso y me di cuenta de que no traía mi libro – Rayos- pensé molesta, ahora tendría que regresar a mi casillero.
Me puse de pie y salí del salón aprovechando que el profesor aún no había llegado y justo cuando salía Justin venia entrando.
—Hola Guapo…— dije en un susurro solo audible para nosotros dos. Negó con la cabeza sin dejar de caminar. Sin duda ‘Amargado’ le queda corto.
El pasillo ya estaba vacío, gire hacia la derecha para caminar por el pasillo donde estaba mi casillero y fue ahí cuando lo vi.
— ¡Eres un idiota!— le dije a unos cuantos pasos de él
— ¿Qué?— soltó una carcajada
—Como que ¿Qué?— fingí una grave voz
—Ah, no me digas que Bieber te conto el susto que le di.
— ¿El susto que le diste?— me había confirmado que él había sido el que casi nos pasa por encima con el auto. —No, no me lo conto— le conteste ahora más que molesta —Yo iba en el auto con otros dos NIÑOS— le grite
— ¿Tu ibas con él?— frunció el ceño. Señoras y señoras Mitch Reed se moría de celos. — ¿Por qué?— dio dos pasos quedando peligrosamente cerca.
—Que te importa— le conteste de mala gana —Solo deja de hacer estupideces que relacionen a Justin y a mí— me di la media vuelta pero me tomo rápidamente de la muñeca y de un solo tirón me regreso hacia él.
Yo solo me gire en el asiento para poder ver. Los ojos de Jaxon estaban abiertos a tope, y Jazzy quien parecía tranquila, de un momento a otro exploto en llanto.
— ¿Estás bien? ¿Qué te sucede? — le preguntaba Justin con desespero ante el incesante llanto de Jazzy
—Mi vestido— dijo entrecortadamente mientras volteaba hacia abajo mirando su vestido totalmente manchado de pastel. Me fue imposible no reír.
—Pequeña no llores— le dije con ternura —Se limpia— le informe.
—Pero…— alargo con un sentimiento enorme
—Mira— me baje del auto — ¿Te cambio de lugar Jaxon ?— le pregunte y este de inmediato accedió —Yo te ayudo— subí y tome un par de servilletas que traía y la ayude a sacar el pastel de su ropa.
— ¿Todos bien?— pregunto Justin ya ambos niños asintieron con la cabeza –No todos- pensé en mi interior, Mitch moriría por esto.
—Gracias. — Dije bajando del auto
—_______ (tapdo) — me llamo Jazzy
—Que pasa— le pregunte sonriente — ¿Mañana vendrás con nosotros?
—Eso no lo decido yo— le conteste mirando a Justin
—No— contesto seriamente —Mañana descanso de ella, además tengo trabajo— le explico a Jazzy quien lo miraba con cara de cachorro abandonado en plena lluvia.
—Por favor— insistió —______ (tapdo) es divertida— agrego Jaxon
—No— se negó nuevamente —Tienen colegio y tienen que hacer tarea.
—Mañana es viernes.
—Niños— los interrumpí —Obedezcan a su hermano, les prometo que luego iré a visitarlos. Bieber abre la maletera— le dije para después caminar hacia atrás del auto.
— ¿Para qué?— pregunto bajando del auto
—Deje unas cuantas bolsas ahí— abrió la cajuela y efectivamente ahí había alrededor de diez bolsas.
—No es normal tu obsesión con las compras— dijo mientras yo me sacaba una bota cambiándola por las zapatos de tacón que anteriormente traía
—Si tú tampoco eres normal— quite la otra bota, me di la vuelta y las lancé a un basurero que estaba en la acera.
— ¿Por qué las tiras?— pregunto extrañado
—Las detestaste, así que no me sirven de nada— le dije riendo. Tome todas mis bolsas —Nos vemos luego— bese su mejilla para después caminar hacia mi casa.
— ¿En dónde?— escuche la voz de mi madre cuando subía las escaleras
—Estaba en casa de...
—Está bien, yo mando a alguien para que recoja el pedido— era su celular con el que hablaba. Qué raro. —Perdón hija ¿qué decías? — tapo la bocina del celular para que no se escuchara de lo que ‘hablábamos’
—Nada, no decía nada.
‘Paso por ti mañana ¿sí?’ leí el mensaje que había llegado a mi celular
‘Eso ni lo preguntes, dalo por hecho’ lo respondí
Continúe cambiándome, estaba cansada. Más bien fastidiada. Habíamos pasado todo el día contestando esa tediosa guía, lo único que quería es dormir.
‘Muy bien, y ¿entonces? ¿Qué tal te fue?’ me deje caer en la cama con el celular en las manos y comencé a teclear.
‘Excelente, tanto que puedo asegurar que has perdido la apuesta. No te sorprendas cuando Bieber admita que esta locamente enamorado de mi’ enviado.
Deje mi celular en la mesa de noche y apague las luces. En menos de cinco minutos había caído en un profundo sueño.
— ¿Y cómo te fue a ti?— pregunte divertida
—Genial— contesto Chaz con esa perfecta sonrisa —Ya somos novios.
—Felicidades— dije sonriente, me gustaba verlo así de feliz. Y aunque la tal Caitlin, no fuera cien por ciento de mi agrado si lo hacía feliz, todo estaba bien. — ¿Después me contaras?— pregunte esperando un sí como respuesta
—Claro.
La campana que avisaba el inicio de la primera clase hiso que entráramos al salón.
Me senté en mi lugar de siempre, abrí mi bolso y me di cuenta de que no traía mi libro – Rayos- pensé molesta, ahora tendría que regresar a mi casillero.
Me puse de pie y salí del salón aprovechando que el profesor aún no había llegado y justo cuando salía Justin venia entrando.
—Hola Guapo…— dije en un susurro solo audible para nosotros dos. Negó con la cabeza sin dejar de caminar. Sin duda ‘Amargado’ le queda corto.
El pasillo ya estaba vacío, gire hacia la derecha para caminar por el pasillo donde estaba mi casillero y fue ahí cuando lo vi.
— ¡Eres un idiota!— le dije a unos cuantos pasos de él
— ¿Qué?— soltó una carcajada
—Como que ¿Qué?— fingí una grave voz
—Ah, no me digas que Bieber te conto el susto que le di.
— ¿El susto que le diste?— me había confirmado que él había sido el que casi nos pasa por encima con el auto. —No, no me lo conto— le conteste ahora más que molesta —Yo iba en el auto con otros dos NIÑOS— le grite
— ¿Tu ibas con él?— frunció el ceño. Señoras y señoras Mitch Reed se moría de celos. — ¿Por qué?— dio dos pasos quedando peligrosamente cerca.
—Que te importa— le conteste de mala gana —Solo deja de hacer estupideces que relacionen a Justin y a mí— me di la media vuelta pero me tomo rápidamente de la muñeca y de un solo tirón me regreso hacia él.
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