— ¿Que no era que no estabas? — ambos reímos
—Solo para ti si— respondió divertido — ¿Entonces me disculpas?
... —Se puede decir que si— le conteste —Pero lo que dijiste y lo que te dije sigue vigente— cambie mi tono a uno más serio —Yo no me meto más en tu vida.
—______ (tapdo)…— alargo
—Ya Chaz, dejémoslo así ¿está bien?— no quería terminar mal nuevamente.
—Está bien— contesto no muy convencido, más bien nada convencido. Pero lo que me había dicho no se me olvidaría jamás.
—Es linda tu novia eh— le dije sincera, tratando de cambiar de tema
—No es mi novia— rio —Es la primera vez que salimos, es nueva en la escuela.
—Si algo así escuche.
— ¿Chad?— pregunto obvio
—Y Ryan— reí
—Oye… quería preguntarte algo.
—Pregúntame— le conteste divertida
—Hoy en el partido, antes de comenzar— no pude evitarlo y comencé a reír ya sabía de lo que me preguntaría —…Hay ______ (tn) tu risa te delata— se unió a mis risa
—Lo siento, me fue imposible quedarme callada.
—Estás loca mujer. — Aclaro — ¿Estas consciente de que si se enteró quien fue?
—Sí, pero no me importa. — Era verdad, en realidad me divertía que supiera quien había sido — ¡Chaz!— dije recordando lo sucedido con Justin — ¿Sabes quién me hablo?— le pregunte —Bueno… solo me pregunto que si estaba bien…— agregue
— ¿Quién?
—Justin Bieber— dije con un dejo de emoción.
— ¿Enserio?— pregunto riendo
—Si… me dijo: ¿estás bien? y yo le dije: Si y me dice: No parece — comencé a hablar rápidamente
— ¿Cuándo fue eso?
—Fue después de que tú y yo…
—_______ (tapdo) enserio discúlpame— insistió
—Chaz— reí —…Esta bien— le conteste —Pero solo con una condición.
— ¿Cuál?— pregunto algo inseguro
—Que vayas a apoyarme a la prueba de porristas— sonreí perversamente
— ¿Prueba de porristas?— dijo bastante extrañado —Es broma ¿cierto?
—No señor— conteste risueña
— ¿Quién te dio esa estúpida idea?— me conocía muy bien —Tu jamás pensarías en una cosa como esa— tenía razón, jamás me pasaría por la mente ser porrista. No porque no me guste, sino por la capitana.
—Chad influyo un poco— reí — ¿Entonces?
— ¿Crees que me perdería eso?— dijo obvio —Sabes yo creo que te estás preparando porque ya sabes que perderás la apuesta, y estas intentando acercarte a Selena.
—Si claro Chaz— solté una carcajada —ya te dije. Ve comenzando con mis trabajos que de un día a otro tendré a Bieber en la palma de mi mano. — colgué
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— ¿Estás segura?— pregunto Chaz
—Un ciento diez por ciento— le conteste segura
— ¿Pero para que quieres entrar?
—Ya lo veras. — sonreí perversamente
Entramos al campo del colegio. De un lado entrenaban los de soccer, del otro los de Americano. La pista que rodeaba el campo, era obviamente utilizada por los corredores, incluso los de la banda practicaban en las gradas.
Logre distinguir a las porristas entre la gran cantidad de gente que se encontraba ahí.
— ¿Que hacen todos ahí?— pregunto al ver a Ryan, Chad y Jake sentados en las gradas
—No lo sé— conteste riendo, en realidad no lo sabía. Pero me lo imaginaba.
—Estaré haya arriba— dijo negando con la cabeza.
Camine hacia donde el montón de chicas se movían a ritmos iguales, me senté en la primer grada, quedando así de frente a ellas. Apenas Selena noto mi presencia y su ceño se frunció. Mientras que todas se miraban cómplices entre ellas, no era ningún secreto la pésima ‘relación’ entre Selena y yo. Me sorprendí al ver a la nueva, siguiendo los pasos de Selena. ¿Cómo era que se llamaba? Sí. Caitlin.
Terminaron su rutina, y la mirada de Selena seguía tratando de aniquilarme. Si las miradas lo lograran, ambas ya estaríamos tres metros bajo tierra. Lamentablemente, ni cosquillas hacen.
— ¿Qué quieres?— pregunto con cara de pocos amigos, No era el momento de ponerme en ‘mal plan’
—Quiero entrar— conteste como si nada, una mueca burlona apareció en su rostro al mismo tiempo de que subía ambas cejas. No sé qué me producía más gracia, si su estúpida cara o como todas se miraban entre sí.
—Hay linda— dijo hipócritamente —La verdad no creo que lo logres. — curvo su labio inferior hacia afuera. -¿Cómo demonios Mitch me cambio por eso?-
—No pierdo nada con intentarlo— me puse de pie dejando mi bolsa en la grada
—Cierto, a nadie le hace daño humillarse un poco— con una seña hizo que todas las ‘zanahorias’ se sentaran.
—Claro… digo tú debes saberlo por experiencia propia ¿no?— se escucharon las pequeñas risas de todas, pero se detuvieron al sentir la asesina mirada de Selena
— Sígueme— ya estaba molesta —…Si no puedes no te sientas mal, algunas simplemente no sirven para nada.